En esta ocasión la inspiración no vino de una amiga, compañera de salón o alguna desconocida, sino vino directamente de alguien que supuestamente es intocable por ciertos principios que te impiden tener este tipo de ilusiones eróticas, en este caso fue por un familiar, específicamente una tía. Sí, así como leen, una tía.
Esto sucedió una vez cuando me mandó mi madre a la casa de su hermano por un recado. Antes de seguir la historia hay algunos puntos de los que se tienen que aclarar, esta “tía” es mucho menor que mi tío, ya que ni aún cumple los 35 y otro punto importante es que hace poco la conozco y no me ha visto crecer desde que era un bebe.
Ya aclarado el asunto prosigo con la historia. Tal parece que esta tía ya lo tenía todo preparado, porque llama a mi madre pidiéndole que yo vaya a hacerle un favor entonces como yo no sospechaba nada no vi ningún problema en ir a su casa, así que fui.
Cuando llegue a su casa me recibió muy cordial la ayude a mover unas cosas, porque según ella iba a tener visita más tarde. Luego de la faena me ofreció gaseosa y me senté en su cómodo sofá y fue en ese momento que me dice que su vida marital era una desdicha, porque las únicas veces cada vez que tiran mi tío se viene al poco tiempo, entonces yo le decía que le de viagra u otra cosa y es en ese momento que me dice que quería tirar conmigo y se me acerca me besa y me abre la bragueta y desliza su mano luego de eso de le quite la ropa sin delicadeza y ella por su parte me quita el pantalón y empezamos a tirar por el resto de la tarde. Luego cuando ya estaba en mi casa ya no podía quitarme la escena de mi cabeza y de ese momento tan salvaje cada vez que me pajeo recuerdo ese gran gran polvo.
Como nota a parte desde esa ocasión ella me ha evitado en todas las reuniones familiares que ha habido y yo no se lo he dicho a nadie, ya que mi novia me terminaría.
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